Nunchaku es nombre japonés de un pequeño mayal
utilizado secularmente en tareas agrícolas, como desgranar las espigas de
cereal. De esta herramienta sabemos que los nativos de Okinawa le dieron un uso
como arma en sus enfrentamientos con los bandidos salteadores de caminos y las
fuerzas de ocupación del archipiélago durante la prohibición de tenencia de armas.
Pasado el periodo de sometimiento, el amor de este pueblo por conservar sus
tradiciones hizo que su uso se sistematizará dentro de una disciplina conocida
como Kobudo y fuera enseñado en paralelo a los practicantes del To-te (Karate).
Actualmente en el mercado podemos encontrar
modelos adaptados para iniciación, con un armazón ligero cubierto de goma
espuma que minimiza la posibilidad de
dañarse como consecuencia de los
impactos y reduce drásticamente el riesgo de lesión. Un prototipo muy adecuado
para ser manejado por los no iniciados e
igualmente recomendable para los más pequeños. Hemos aprovechado esta
circunstancia para dedicar buena parte de las sesiones de entrenamiento
infantil para adentrarnos en la manipulación de este instrumento que
popularizara el mítico bruce Lee en la década de los setenta. Los niños se han
entregado con mucha ilusión a su manejo: guardias, defensas y ataques,
ejercicios de golpeo y control y diversas maniobras con pequeñas dosis de
malabarismo; una práctica han servido de
estímulo y divertimento con la que romper con la rutina de los meses
precedentes, antes de iniciar el merecido descanso veraniego.