Una vez más, hemos querido ser fieles a la
tradición que comenzamos a construir
hace más de veinticinco años y llegadas estas fechas nos hemos juntado algunos
de la extensa familia shotokanera para
departir, bromear y compartir mesa y mantel. Como el pasado año, el lugar
elegido para la cena fue el Mesón “El Paso” que regenta el amigo Antonio,
quien nos prestó un buen servicio a un
precio muy ajustado (por eso de que somos clientes habituales del lugar).
Finalizada la cena, algunos fuimos a un
pub para hacer uso de su karaoke y castigar el oído de los presentes y a la
vez, ser martirizados con la voces desafinadas de otros parroquianos, y
parroquianas con menos talento para la canción que el marido de Alaska. Después
de la aventura artística pusimos rumbo a una discoteca donde mover el
esqueleto. Y fue allí donde precisamente tuvimos la satisfacción de
encontrarnos con dos antiguos alumnos cinturones negros del Club, Rodrigo León,
a quien no veía desde hace más de 12 años, y Eloy Pérez, que nos acompañó en el
entrenamiento de año nuevo de 2011. Una gran alegría que se sigan acordando de
nosotros y se acerquen a saludarnos quienes fueron parte importante de nuestra
entidad y sigue ocupando un lugar destacado en una historia que se construye
cada día.