domingo, 3 de abril de 2011

Celebrado el Curso de Defensa Personal Femenina

El pasado sábado, día 2 de abril, se celebró el II Cursillo de Defensa Personal Femenina, actividad organizada por el Club Shotokan-Ciudad Real, que en esta ocasión reunió a un total de doce las mujeres y cuyos objetivos han sido desarrollar estrategias de carácter preventivo ante posibles asaltos y dotar a la mujer de los recursos técnicos elementales para repeler una agresión.

Por segunda vez los responsables del club ciudadrealeño haciéndose eco de la alarma social producida por las noticias de agresiones sufridas por muchas mujeres han querido programar una actividad dirigida a que las participantes puedan adoptar medidas de carácter preventivo a través del conocimiento de una serie de recursos de autoprotección ante posibles agresiones, lo que les podría permitir dar respuesta a ciertas situaciones de violencia, siempre con fines defensivos y disuasorios

Juan José Espadas, presidente del club después de presentar el curso, hizo lo propio con el ponente Javier Fernández-Bravo quien, después de una breve introducción sobre la defensa personal, su conceptualización y naturaleza, hizo referencia a que en el caso de la mujer requiere de un tratamiento específico, diferencial y contextualizado que aborde las situaciones las situaciones comunes en las que la mujer es víctima de agresiones y plantee propuestas coherentes con los escenarios en los que se producen estas agresiones y el perfil de los presuntos atacantes.

La premisa sobre la que desarrolló el trabajo fue observar un protocolo de actuación basado en “prevención- respuesta - evasión” como el medio posiblemente más eficaz para salvar estas situaciones. Todas las actuaciones se dirigen a alcanzar la “Máxima eficacia con el Mínimo esfuerzo” huyendo de objetivos utópicos y apartados de las posibilidades reales de mujer común.

Aunque los contenidos desarrollados son de naturaleza ecléctica, los fundamentos técnicos estuvieron basados principalmente en la disciplina de Nihon Tai Jitsu, aunque con la necesaria adecuación al propósito de la actividad: desarrollo de una actitud defensiva adecuada, mantenimiento de la distancia de seguridad, empleo de la esquiva, uso racional de las armas naturales del cuerpo para defender y contraatacar o ataque a puntos vulnerables de la anatomía humana.



Las asistentes que siguieron con vivo interés las explicaciones que les permitieron realizar un recorrido por agresiones más comunes de las que las mujeres son víctimas, realizando de forma progresiva defensas y respuestas contra agarres y ataques producidos de frente y por la espalda o agresiones con la víctima en el suelo.




Por último, se expuso lo provechoso de utilizar objetos cotidianos o “útiles de fortuna”, como llaveros, bolígrafos, periódicos, bolsos o paraguas como instrumentos para la autodefensa.