Como en tantos otros ámbitos, las instalaciones requieren de un mantenimiento que garantice su utilización en las mejores condiciones. La labor de conservación debe realizarse día a día, pero de vez en cuando se hace necesario realizar trabajos un pocos más intensos de reparación y puesta a punto de las infraestructuras y de renovación de la dotación de material y recursos con que cuentan, para responder a los requerimientos de los usuarios, en nuestro caso, los socios del Club Shotokan que utilizan las instalaciones del gimnasio para su preparación en cualquiera de las actividades que oferta y promueve nuestra entidad. Por eso, aprovechando el paréntesis veraniego, hemos llevado a cabo trabajos de pintura y revisión de la instalación eléctrica y luminarias de todos los espacios de nuestro centro deportivo, revisado igualmente la instalación de sonido y renovado parte del mobiliario: bancos, perchas, suelos... Vamos, lo que ahora viene a ser un “lifting” y que en castizo siempre ha llamado “remozado”. De esta forma, las salas de entreno han cambiado su color crema por el teja y los espacios comunes se han vestido de amarillo. El propósito, como siempre, ofrecer la mejor atención a nuestros socios y amigo.
Entre trabajo y trabajo, un grupo de amigos “shotokaneros” hemos hecho una escapada por Bélgica y Holanda para poder conocer algunas de sus hermosas ciudades. Aquí se nos puede ver en la Grand Place (plaza mayor) de Amberes