domingo, 16 de enero de 2011

ATE-WAZA EN NIHON TAI-JITSU


Por Juan José Espadas Pavón
C.N. 4º Dan Nihon Tai-Jitsu
Maestro-Entrenador Nacional NTJ
Instructor NTJ Club Shotokan-Ciudad Real
Profesor de Educación Física


INTRODUCCION

Nuestro objetivo en la presentación de esta tesina, no se ha concretado exclusivamente al aspecto de la defensa personal. He intentado llenar un vacío, una imperante necesidad, totalmente olvidada o tratada muy superficialmente en la bibliografía y enseñanza de las artes marciales.
La experiencia demuestra que los practicantes de artes marciales desconocen casi totalmente un tema tan sugestivo, importante y vital como el que tratamos. El caso adquiere una notable gravedad si tenemos en cuenta que artes marciales tales como: karate, Tae-Kwon-do, kung-fu, etc., basan la inmensa mayoría de sus técnicas en atacar al cuerpo humano y a sus zonas vitales. La gravedad reside en el prácticamente total desconocimiento de las consecuencias que pueden acaecer si se toca un punto vital con precisión, el desconocimiento o conocimiento muy superficial de la sensibilidad de los diversos puntos vitales, la ignorancia en la descripción anatómica y fisiológica de los órganos y sus componentes, falta del conocimiento exacto de su emplazamiento, etc.
En fin, conocer uno de los más importantes aspectos del arte marcial que practiquen para el bien y seguridad de su integridad física, al mismo tiempo que las de sus compañeros.
Para nosotros a través del arte marcial que practicamos Nihon Tai Jitsu, el ATEMI WAZA.
Es uno de los tres pilares básicos en los que fundamentamos la esencia de nuestro arte marcial, siendo por tanto de suprema importancia el estudio y entrenamiento de estas técnicas de golpeo.

La redacción y presentación de esta tesina, ha sido motivada para ofrecer un trabajo, lo más completo posible dentro de los limites que confiere la normativa. Tanto para los expertos y profesores en artes marciales, como al alumnado en general, pasando por toda la amplia masa de practicantes deseosa de conocer un tema tan polémico y especializado como el que nos ocupa.

CONCEPTOS GENERALES
El atemi es el más eficaz medio de defensa y ataque, en el que solo se emplean las armas naturales del cuerpo humano.
Su eficacia es demoledora, con un mínimo entrenamiento se pueden fracturar huesos o destrozar órganos vitales. Por ello, solo deben emplearse en casos de extrema necesidad, en los cuales la existencia de la propia integridad física y la de los semejantes este en peligro.

El atemi-waza comprende las técnicas de ataque al cuerpo humano y especialmente a sus puntos vitales. Entre las principales armas utilizadas se incluyen el puño, canto de la mano, punta de los dedos, codos, rodillas, talón, canto del pie, etc.
Los ataques del atemi-waza, producen efectos que oscilan desde un leve dolor hasta la muerte. Dos grandes grupos engloban estas técnicas: ataques con los miembros superiores empleando técnicas de brazo ataques con los miembros inferiores empleando técnicas de pie.

El atemi es la característica fundamental del atemi-waza, consistiendo en un potente y preciso golpe proporcionado por las armas naturales del cuerpo humano. El objetivo primordial del atemi es un punto vital, el cual debe ser atacado con rapidez, potencia, precisión y concentración. Se le puede considerar como una acción definitiva, por causa de la enorme potencia de impacto que se consigue, por lo cual, es de una grande eficacia en defensa personal. Al contrario de lo que pueda parecer a primera vista, la correcta ejecución del atemi presenta notorias dificultades para el principiante y aun más si se pretende conseguir la mayor eficacia en su ejecución.
Muchos factores intervienen en la realización de un atemi, tales como: desplazamiento, velocidad, acción del centro de gravedad, correcta posición de los pies en el suelo, acción de las caderas, etc.
 "Dynamic Karate" de Masatoshi MakayamaUna verdadera obra de culto sobre los fundamentos del ate-waza publicada por primera vez en 1966 por Ed. Kodansha International, Ltd.
y reeditada en numerosas ocasiones en multitud de idiomas.

Por otra parte cabe considerar los movimientos propios de cada atemi en particular. El efecto de un atemi sobre un punto vital puede obtenerse por dos diferentes sistemas: localizando con gran exactitud cada punto vital, por lo que el golpe no precisas de una extrema potencia para conseguir los efectos deseados. En una pelea real a veces resulta difícil atacar con precisión el punto deseado, por lo que este sistema no puede ser aplicado siempre con corrección y con eficacia. El otro sistema se basa en una fuerte potencia de impacto, con lo cual, aunque no se logre un golpe directo sobre un punto vital, la onda de choque le afectara intensamente. Esta última forma de actuación es una de las más indicadas en la defensa personal, al poder conectar eficazmente un impacto en casi cualquier parte del cuerpo con excelentes resultados.
La probada eficacia del atemi viene dada por un cumulo de factores cuya suma y unión producen una tremenda potencia de impacto. Para dar una idea general de cuáles son estos factores, se detallan a continuación.


SUPERFICIE DE IMPACTO


A igual potencia, el golpe es más efectivo cuanta menor sea la superficie del arma con que se golpea. Para evitar lesiones al golpear, conviene acondicionar las armas naturales. Ello es debido a que una menor superficie de impacto, implica mayores posibilidades de lesiones propias; por ejemplo, si se golpea con las puntas de los dedos de las manos o de los pies, sobre un objeto duro como puede ser un hueso, se corre el riesgo de dañarse uno mismo.
Sin este acondicionamiento previo, el poder y la eficacia del atemi se verían sensiblemente mermados.
En defensa personal conviene usar las armas de más fácil endurecimiento, tal como son las extremidades del cuerpo, en las cuales se puede concentrar más correctamente la fuerza.

VELOCIDAD

La velocidad es uno de los más importantes componentes del atemi. Según una conocida formula de física, la fuerza es directamente proporcional a la velocidad.
Es decir a mayor velocidad, mayor es la fuerza aplicada.

No obstante, para ser eficaz, la fuerza debe ser aplicada correctamente. Un atemi aplicado por una persona pequeña y dotada de una gran velocidad puede ser mucho más dañino que otro más lento ejecutado por una persona de mayor peso y complexión. Otro importante aspecto de la velocidad consiste en que permite llegar al objetivo sin poder ser neutralizado, en cambio un golpe lento, puede ser fácilmente desviado o bloqueado. Una persona rápida puede con relativa facilidad esquivar o bloquear una ataque lento.

La velocidad es de una gran ayuda para que una persona débil o de pequeña complexión pueda compensar su inferioridad física frente a un adversario grande y potente. Las personas mas débiles deben, en los entrenamientos, poner el máximo de énfasis en el incremento de la velocidad por todo lo anterior mente citado.
La correcta coordinación de los músculos en cada tipo de técnicas, la longitud del recorrido la eliminación de la rigidez, la soltura y la agilidad, son elementos básicos para incrementar la velocidad del atemi. Sin embargo, el experto pude llegar a con seguir grandes velocidades en cortos recorridos gracias a un constante e intenso entrenamiento.

LA DUREZA DEL ARMA

 El endurecimiento de las armas naturales tiene dos objetivos principales. Por una parte evitar serias lesiones en uno mismo al atacar objetivos duros y por otra parte el ocasionar, si es preciso, el máximo daño al adversario.

 

Cuanto más dura sea la superficie de impacto del arma atacante, mayor será la eficacia del atemi.
El adiestramiento para endurecer las armas naturales se realiza con aparatos especiales, siendo los más importantes: el makiwara y el saco.

Es conveniente hacer notar que el adiestramiento en estos aparatos se debe realizar de forma prolongada y dosificada.

  
El codo es una de las armas naturales del cuerpo más útil por dureza y aplicación en la corta distancia

LA CONCENTRACION DE LA FUERZA (KIME)

La concentración de la fuerza en la ejecución de una determinada técnica debe ir acompañada de la acción de todo el cuerpo, tanto en el aspecto físico como en el mental.
En el aspecto físico se precisa de un absoluto control y coordinación, con la máxima capacidad potencial de todas las partes del cuerpo que se emplean para una correcta ejecución de la técnica. Se puede equiparar la concentración de la fuerza como una explosión energética aplicada en un determinado lugar y por un brevísimo espacio de tiempo.


En muchas ocasiones el kime va acompañado de un kiai, gracias al cual se libera más fácilmente la energía interna.
Para lograr una mejor concentración de la fuerza, los movimientos que le preceden deben ser efectuados con los músculos relajados y flexibles en el momento del kime, estos deben tensarse completamente. Una vez efectuado el kime, no se mantiene ni se retiene la fuerza aunque el movimiento pueda continuar. A manera de comparación,
la evolución de la fuerza oscila entre fuerza nula, fuerza máxima (kime) y fuerza nula.

 



En el caso de un atemi la energía cinética debida al movimiento de ataque se convierte en fuerza de choque en el instante del impacto se deberá efectuar la contracción del mayor número de grupos musculares del cuerpo. De esta forma el impacto equivale a una masa muy superior que la del miembro que ejecuta el atemi, con lo cual, la potencia de choque se vera incrementada. Una vez terminado el atemi, el brazo o el pie deben recogerse de inmediato con el fin de poder mantener la guardia, efectuar una defensa o proceder a un nuevo ataque si fuera preciso.

Solamente con una perfecta sincronización y coordinación de todas las partes del cuerpo se pueden lograr los espectaculares resultados del atemi. En el momento culminante del kime, debe haber una completa y correcta sincronización entre todos los elementos necesarios. Entre los más importantes caben citar: contracción y relajación de los músculos precisos, posición apropiada brevedad de la contracción, respiración y estabilidad, etc.

LA PRECISION

Conviene atacar con la máxima precisión, dentro de las posibilidades los puntos vulnerables del adversario y con preferencia sus puntos vitales. En el caso de conseguirlo con nitidez, el efecto es inmediato y fulgurante. Como en el caso de defensa personal el adversario acostumbra a encontrarse vestido, resulta difícil en ocasiones la rápida localización del punto deseado, debido a que las vestimentas ocultan su emplazamiento exacto. En este caso, el atemi se puede aplicar en las cercanías del objetivo deseado. Si es ejecutado con la potencia precisa, la onda de choque alcanza el punto vital. Aunque el impacto no sea directo, este quedara afectado con seguridad.


LA FUERZA MUSCULAR

Para poder proporcionar la correcta potencia y velocidad, es necesario el uso de la fuerza muscular ya que sin ella el atemi resultaría completamente ineficaz.
Es importante acondicionar los músculos, para que tengan la suficiente flexibilidad y fuerza, mediante un entrenamiento adecuado y con unos ejercicios especiales. La fuerza bruta no es la más apropiada para el ataque a los puntos vitales.
Lo realmente importante es la aplicación de la fuerza en el momento debido y en el lugar apropiado.

Si se consigue hacer trabajar los músculos flexores y extensores con la debida coordinación, se empleara el mínimo de esfuerzo muscular y le técnica se aplicara con la mayor eficacia.


LA FUERZA DE REACCION

Una importante ley de la física, nos indica que toda fuerza de acción provoca otra de reacción en sentido contrario y de la misma intensidad. Esta ley que rige la naturaleza tiene importantes aplicaciones en la técnica del atemi. Como ejemplo de esta ley lo tenemos en el uso de las armas de fuego, al disparar un tiro el arma retrocede hacia atrás, a causa de la fuerza de reacción del disparo.
Aplicando esta ley a las técnicas del atemi, se observa que el uso de las piernas como apoyo y elemento de transmisión de la fuerza es de primordial importancia.

En la práctica, el uso de la fuerza de reacción se consigue de diferentes maneras: con el uso del hikite, con la estabilidad de los puntos de apoyo y, mediante la acción conjunta de las caderas y el abdomen.
Se denomina hikite a un rápido retroceso de los miembros que no golpean con el fin de aumentar la potencia del golpe y la estabilidad. Este movimiento debe estar perfectamente sincronizado con el ataque para que tenga la precisa eficacia. La fuerza aplicada al hikite, debe ser igual o superior a la del propio movimiento de ataque. Por ejemplo, si se ejecuta un puñetazo hacia delante con el puño derecho, se realizara el hikite con un rápido movimiento hacia atrás del puño y codo izquierdos. En el caso de una patada hacia adelante, se compensara con un fuerte tirón hacia atrás mediante los brazos.
La estabilidad de la posición de la cual parten las diferentes técnicas depende de la solidez de los puntos de apoyo.

Las posiciones débiles y flotantes amortiguan, es decir, hacen perder la fuerza de reacción.
En el momento del impacto conviene estar fuertemente aposentado en el suelo, manteniendo firmes las articulaciones, debido a que de otra manera el contra-choque reduce la eficacia del impacto e incluso podría lesionar al ejecutante.

 

El centro de gravedad del cuerpo es un factor básico para conseguir la necesaria estabilidad, debido a que sin un correcto equilibrio la potencia de las técnicas quedara sensiblemente mermada. Para estar en correcto equilibrio, la vertical que pasa por el centro de gravedad debe caer dentro del polígono de sustentación del cuerpo, que está formado por la superficie comprendida entre las plantas de los pies en el suelo. En el caso de apoyarse un solo pie en el suelo, se considera como polígono de sustentación a la superficie ocupada por este sin embargo, en defensa personal y en las artes marciales, no siempre son correctas las posiciones excesivamente bajas.
Con el centro de gravedad muy bajo, se reduce excesivamente la movilidad de la persona, siendo las posiciones estáticas o lentas un blanco muy vulnerable a los ataques.
Es conveniente frente a un ataque peligroso, cambiar constantemente la posición para ofrecer un blanco difícil de alcanzar. Las posiciones relativamente altas son las más apropiadas en estos casos, aunque el polígono de sustentación sea reducido y cambie constantemente de forma y lugar.
Al efectuar el contraataque debe mantenerse el equilibrio, aunque sea solamente en el preciso instante del golpe.
Todas las disciplinas de las artes marciales hacen un especial énfasis en la concentración de la fuerza en el tanden, el cual se encuentra situado prácticamente en el centro de gravedad de la persona.
Al tanden se le considera como la base para conseguir el equilibrio, la estabilidad y la fuerza. Mediante la correcta posición y concentración de la fuerza en el tanden, se logra una solida unión entre la parte superior del cuerpo y la inferior.
El tanden es el punto desde el cual parte el impulso del cuerpo debido a la posición central que ocupa. Se puede considerar que el resto del cuerpo está formado por los elementos que se apoyan en él y que se mueven como unos tentáculos, es decir, que la fuerza parte de la zona central que es el tanden, irradiándose al resto del cuerpo.

Un potente abdomen incrementa la potencia de los golpes efectuados con los puños y con los pies, al tener una base firme en que apoyarse. Junto con el abdomen la acción de las caderas sirve para una mayor potencia del atemi. Si al movimiento de ataque de la pierna o brazo se le suma un rápido desplazamiento de las caderas, se conseguirá un notable incremento de la masa muscular que ataca y por consiguiente una mayor fuerza de impacto.
Si falla la tensión del abdomen, se reducirá notablemente la cantidad de la fuerza transmitida quedando mermada la potencia del impacto. Por ello, es de gran importancia el correcto desarrollo de la faja abdominal donde se encuentra ubicado el tanden.

ESPIRITU DE LA ACCIÓN  
Sin el suficiente espíritu de decisión en la ejecución de un atemi, se pierde parte de su eficacia y espectacularidad.
Al presentarse la ocasión momentánea para su aplicación, no se debe vacilar en absoluto, debiéndose actuar instantáneamente debido a que puede ser decisivo para el éxito de la pelea.
El atemi ha de ejecutarse con la intención, no solo de golpear, sino de atravesar al adversario hasta su interior. Según su profundidad y efecto percutor, pueden clasificarse los atemis en tres clases:

1º) Atemis de percusión. Se realiza mediante un golpe seco, como si fuera a rebotar con una rápida acción. Se ejecuta principalmente sobre los puntos vitales con gran precisión. El K.O. suele ser el efecto más usual en este tipo de atemi.
2º) Atemi de penetración. Se realiza con la intención de penetrar en el interior del adversario sin efecto de rebote. Las lesiones más corrientes al ser aplicado este tipo de atemi, son las internas, como en el caso de roturas de huesos y de lesiones de órganos.
3º) Atemi desequilibrante. El efecto de la penetración es más acusado que en los anteriores, ayudado por un efecto de apoyo, es decir prolongando el desplazamiento del arma que golpea hasta llegar a producir el desequilibrio.

CONCLUSION- REFLEXION

Atacar un punto vital implica un daño en la persona que recibe el ataque y como consecuencia unas responsabilidades, tanto morales como penales. No nos encontramos en épocas pasadas, como en el legendario oeste americano, en que la defensa licita permitía la muerte del enemigo.
Estamos inmersos en una sociedad civilizada regida por leyes, que regulan las relaciones entre sus miembros y la manera de actuar con el prójimo. Por si esto fuera poco, debemos estar sujetos a unos condicionantes morales que nos impidan actuar al libre albedrio, respetando a nuestros congéneres. Sin estos previos condicionantes, la convivencia ciudadana se convertiría en un verdadero caos, en el que la fuerza seria el principal objetivo de la supervivencia.
La creencia de que la defensa justificada ante una agresión, no debería provocar responsabilidades judiciales debidas a daños, golpes e incluso la muerte, es un grave error.  
El derecho de legítima defensa, solo debe aplicarse bajo estrictas ocasiones y siempre que las circunstancias no permitan la actuación de los representantes del orden y de la ley.


BIBLIOGRAFIA: 
  • FUNAKOSHI, Gichin " Karate- Do Kyohan"
    Madrid 1987. Ed. EYRAS
  • VALERA D.Y PIÑERO A. "Karate Técnicas de Competición"
    Zaragoza 1979. Ed. A.PIÑERO.
  • BOSCH. J. Y BENAIGES.J. "Puntos Mortales Secretos"
  • Barcelona 1980.Ed. POLUX.
  • NAKAYAMA, Masatoshi, "La Dinámica Del Karate"Bilbao 1979.Ed. FHER, S.A
  • HERNAEZ, Roland, "Nihon Tai-Jitsu" - Methode complète de Self-Défense Ed. SEDIREP.